Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, y además, el que no corre, vuela. No, no es que de repente en este blog hayan empezado a pagarnos a tanto el tópico, pero es que estas dos frases hechas (muy hechas, vamos, casi carbonizadas) vienen completamente al pelo cuando se repasa cómo algunos restaurantes de todo el mundo se han subido al carro de las nuevas tecnologías.
El término «nuevas tecnologías», hoy en día, quiere decir más o menos iPad, esa tableta lanzada por Steve Jobs que es utilizada por millones de usuarios de todo el mundo para… Bueno, cada uno para lo que mejor le parece, ya que ha salido al mercado bien cargadita de aplicaciones. Y el que no encuentra su aplicación, se la fabrica casi a medida. No es de extrañar que sean muchas las empresas de todos los países y tamaños que se han apuntado a toda velocidad al mundo de las tablets buscando maneras de potenciar su negocio.
Y entre esas empresas, lógicamente, están los restaurantes. ¿Por qué hay que limitarse a presentar la carta en ese formato tan antiguo que es el papel (que, según la categoría del local, puede oscilar entre pliegos nobles de excelso gramaje a la hoja de cuaderno garrapateada) cuando el mundo del iPad ofrece posibilidades mucho más vistosas e interactivas? Un breve repaso por los establecimientos que han ipadizado su oferta nos permite ver unos cuantos casos llenos de imaginación e inventiva.
Por ejemplo, el restaurante Mundo Global Tapas en Sidney (Australia) ha sustituído de forma radical sus menús en papel: cuando los comensales se sientan a la mesa, se les ofrece un iPad con una aplicación especialmente diseñada donde aparecen todos los platos, incluídas imágenes de cada uno y sugerencias sobre los vinos que mejor podrían acompañarlo. Por supuesto, no hay que esperar al camarero, sino que el plato puede pedirse directamente usando el iPad… Y no, por desgracia, no es posible llevárselo como recuerdo tras la comida.
Una iniciativa similar han seguido establecimientos repartidos por todo el globo como Gudunami, un restaurante japonés afincado en Shanghai, que traslada la costumbre nipona de presentar reproducciones en cera de sus platos a espectaculares fotos de cada uno en la pantalla del iPad; o la Trattoria Don Angelo, en Punta Hermosa (Perú), que también permite seleccionar el pedido en pantalla para que este pase directamente a la cocina. En España el precursor es Etxanobe, el reconocido restaurante de Fernando Canales, cuyo menú en iPad incluye vídeos ilustrativos sobre la elaboración de cada plato.
Otros restaurantes reservan el uso del tablet a la carta de vinos: por ejemplo, los americanos III Forks, de Jacksonville (Florida), Naples Tomato (Florida) y South Gate (Nueva York) son de los primeros en ofrecer cartas de vinos interactivas desarrolladas en aplicaciones para iPad; no sólo dan cumplida información de sus extensos fondos de bodega, sino que se actualizan automáticamente cuando se agotan las existencias de alguna marca. De hecho, es una moda que cada vez está llegando a más locales, quizá en parte porque, según han explicado los responsables del exclusivo restaurante Bones de Atlanta –1.350 marcas, con recomendaciones del gurú del vino Robert M. Parker–, el uso del iPad ha hecho subir los pedidos de vinos en un 11 por ciento en sólo dos semanas.
Frente al desembolso inicial que supone la compra de los equipos, algunos de estos establecimientos han señalado las posibilidades de ahorro a medio y largo plazo, ya que los menús pueden modificarse las veces que se quiera sin necesidad de gasto de papel. Parece que la tableta de moda ha llegado al mundo de la hostelería para quedarse. Por cierto… ¿Dónde estáis leyendo este post? ¿En un ordenador de toda la vida, o también en un iPad?
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