Hace ya unos años que cada primero de noviembre tiene lugar una guerra soterrada, no entre vampiros y brujas, sino entre los entusiastas de la moda de Halloween y los partidarios de la Noche de Difuntos de toda la vida (aunque suene a contradicción). La primera nos ha venido impuesta con la fuerza con la que entran todas las modas apoyadas por los canales de comunicación y, aunque hasta hace poco aquí solo se usaban las calabazas para cocinar, ha contado con el apoyo indiscutible de los niños, que disfrutan como nadie disfrazándose de cosas feísimas y lanzándose por los portales a soltar eso de «Truco o trato * » (Imprescindible ver nota al final).
Lo que ocurre es que Halloween es también una noche de miedo para el sector de la hostelería y la restauración. Una reciente encuesta de la Asociación Nacional de Restaurantes de Estados Unidos indica que en ese país un 16% de los adultos saldrán en la noche del 31 a celebrar Halloween en un bar o restaurante, y que un 20% pedirán comida para llevar o menús en casa por el mismo motivo. En España no existen cifras oficiales sobre el incremento del negocio, pero la abundancia de ofertas específicas en restaurantes y bares de todo el país –demasiados para reseñarlos aquí- es el mejor indicativo del filón que supone aprovechar las fechas señaladas para atraer clientela. Desde locales temáticos a bares de lo más trendy o franquicias de restauración, lo difícil en la noche del 31 es salir a cenar sin encontrar un pelo de hombre lobo en la sopa.
Pero, si preferís un Halloween casero y tenéis un poco de tiempo y ganas, podéis crear vuestro propio y terrorífico menú para ese día, e incluso unas chuches muy particulares que dejarán a los enanos con la boca abierta. Algunos amigos nuestros ya se han lanzado a hacer sugerencias, y desde aquí queremos felicitar a Anita Cocinitas por sus numerosas y escalofriantes ideas (nos ha encantado el cóctel de ojos), aunque las garras de vampiro que ofrece Pintxo tampoco están nada mal. Y hay portales como Pequerecetas o Decopeques que presentan una serie de platos rápidos, apetitosos y de mucho susto asegurado para la chiquillería.
Tanto si sois de buñuelos (o de castañas, que también es la época) como de calabazas ¡pasad una noche de mucho temblequeo!
* NOTA: No está de más aclarar que esa frasecita de «Truco o trato» difundida por tantas pelis no tiene ningún sentido: la frase original es Trick or Treat y la traducción más aproximada sería «Travesura o chuche». Que no se diga que no contribuimos a aumentar la cultura general…
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